No hay olvido
La muerte me desprecia y me marca como un exiliado
La mujer del paraguas tapa con su dignidad el sol
El sucio rencor de tu vida desgastada se va diseminando por el viento
Me miras frente al altar de tu Dios de eterna misericordia
Y frente a mi ataúd
Descansa el que murió hace una semana
Al lado de el sigue su sombra cuidándolo
Como un padre ausente
Como la mirada de mis abuelos
En mi réquiem
Caí en un coma profundo
A la vida la veo desde abajo
Se respira tu perfume aquí
Las lágrimas que no me lloraste están en una caja
Y eso a lo que referías cuando me decías ya no mas
Esta en el ataúd
Este pasado tiene historia negra
Y el presente esta vacio
La vida comenzara con tu réquiem
Con tu sol y tu luna
Con tu vida pasajera
Con los abuelos mirando y rezando
Y el invierno deshojado
Por la desesperanza
Y el licor en mis venas
El amanecer cansado de llorar
Y aun no paro de soñar
No hay olvido, aun
La muerte me desprecia y me marca como un exiliado
La mujer del paraguas tapa con su dignidad el sol
El sucio rencor de tu vida desgastada se va diseminando por el viento
Y aun no paro de soñar
2 comentarios:
Intenso este escrito Sebastián, las experiencias de vida para un poéta hacen que las letras fluyan sin misericordia en un papel. El comentario en tu escrito anterior, no está nada de mal, no solo en el papel eres capaz de transmitir emociones sino también en otras personas.
Un abrazo y sigue escribiendo.
la dama del paraguas si te lloro ...
pero tienes q recordar q...
se juro a si misma q el dia q eso pasara no dejaria q nadie la viera llorar q nadie la viera sufrir...
se juro a si misma no ser como su madre... y te prometio q nunk verias una lagrima suya cuando llegara la hora de dejarla sola nuevamente pero no puede estar al lado de un muerto... espera a q tu renascas y seas aun mejor q antes.
^^
miau*-*
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