11 de diciembre de 2007

Requiem

No hay olvido

La muerte me desprecia y me marca como un exiliado

La mujer del paraguas tapa con su dignidad el sol

El sucio rencor de tu vida desgastada se va diseminando por el viento

Me miras frente al altar de tu Dios de eterna misericordia

Y frente a mi ataúd

Descansa el que murió hace una semana

Al lado de el sigue su sombra cuidándolo

Como un padre ausente

Como la mirada de mis abuelos

En mi réquiem

Caí en un coma profundo

A la vida la veo desde abajo

Se respira tu perfume aquí

Las lágrimas que no me lloraste están en una caja

Y eso a lo que referías cuando me decías ya no mas

Esta en el ataúd

Este pasado tiene historia negra

Y el presente esta vacio

La vida comenzara con tu réquiem

Con tu sol y tu luna

Con tu vida pasajera

Con los abuelos mirando y rezando

Y el invierno deshojado

Por la desesperanza

Y el licor en mis venas

El amanecer cansado de llorar

Y aun no paro de soñar


No hay olvido, aun

La muerte me desprecia y me marca como un exiliado

La mujer del paraguas tapa con su dignidad el sol

El sucio rencor de tu vida desgastada se va diseminando por el viento

Y aun no paro de soñar

2 comentarios:

Pescador dijo...

Intenso este escrito Sebastián, las experiencias de vida para un poéta hacen que las letras fluyan sin misericordia en un papel. El comentario en tu escrito anterior, no está nada de mal, no solo en el papel eres capaz de transmitir emociones sino también en otras personas.
Un abrazo y sigue escribiendo.

Anónimo dijo...

la dama del paraguas si te lloro ...
pero tienes q recordar q...
se juro a si misma q el dia q eso pasara no dejaria q nadie la viera llorar q nadie la viera sufrir...
se juro a si misma no ser como su madre... y te prometio q nunk verias una lagrima suya cuando llegara la hora de dejarla sola nuevamente pero no puede estar al lado de un muerto... espera a q tu renascas y seas aun mejor q antes.


^^
miau*-*