Casi como Una Casualidad

Ella es un fantasma
Que susurra a mi odio
Ella se pierde en mis ojos
Ella se llevo el olvido y lo dejo encerrado

Ella juguetea tranquila
Con mi resaca y las ganas
De ser libre en los brazos
De la mujer indicada

La trabajada espera fue símbolo del pasado
Ahora me queda jugar
Con un presente azulado
Dejando abierta la puerta para un futuro estrellado

Y aquí estoy
Con los nervios enmarañados
De pensar, de tanto soñar
Con unos labios sensuales, con unos ojos estrellados

Y mi corazón la pide a gritos
Pide tener su tierna presencia
Que ahora juguetea tranquilamente a mi lado
Y ella devolvió el amor a mi cuerpo
Ella trajo de vuelta al sol en este frio inmenso

Y recuerdo su nombre
Este quedo marcado en mi cuello
Y recuerdo su sonrisa y sus caderas
Recuerdo su risa y sus letras
Que crean la sinfonía perfecta
Que sincroniza con mis latidos
Y casi alcanzan el cielo
En un beso con sabor a infierno
Ese infierno que es tuyo y mío
A cual ahora pertenezco así nada más
Casi como una casualidad



Para mi Teresa