16 de abril de 2008

Tierra Amarilla

Deja que mis huesos descansen
Junto a tu triste alma errante
Debajo de un cielo que se niega cobijarte
Sin embargo se rinde a tus pies para adorarte, pues
El más mínimo respiro, el mínimo aliento exhalado de tu pecho
Cautivante y excitante
Estremece los cimientos de mi cuerpo
Desertan las dudas más grandes de mí ser
Pule el deseo de muerte en mi corazón


Mientras tu cuerpo danza en dirección perdida
Yo te cocino a fuego lento
Un par de besos mesclados con lamentos
Lamentos reinantes, lamentos errantes
Bosques y lagos
Desfiles de desiertas manos
Que pasan arrollantes por mi cuerpo
Mientras tu danzas en tu triste cielo
Ese el que te admira y te contempla
Ese que te mira y no se calla
Dolor ni sufrimiento
Ese cielo es aquel quien solo observa tu danza
Danza triste
Danza que te aguanta, cansada

Mis huesos te recuerdan incinerada
Mientras el cielo te admira aun ya quemada
Ahora el juguetea en tu almohada
Aquella que me ofreció abrigo y cariño
Aquella en la que espante al mounstro más temible: el olvido
Aquella en la cual me cobijo pero aun así no encuentro tu cálido abrigo
Ahora ha entrado la noche
Ahora solo tengo frio
Porque te me miraste y te llevaste de un soplido
Todo eso que amaba y que me cobijaba
Ahora jugueteas con el viento
Ahora danzas en silencio
Ahora mis huesos buscan tu cuerpo
Enfermo de recuerdo
Enfermo de momentos
Ahora te has vuelto un cáncer terminal
Con el que puedo lidiar pero no así curar


Mis huesos piden ahora a tu cuerpo
Que danzaba y se reía
Al compás del viento
Que marco a fuego tus manos en mi pecho
Aquel pecho sin recuerdos
Aquel enfermo que ya parecía muerto
Ese que encontró en las cenizas de tu cuerpo
Un desierto y un dueto
Entre tú y el cielo
Ese cielo que me alejo de ti
Y convirtió mi dicha en un desierto
Aquel sello mi corazón y enfrasco en tu pecho
Ese que estremeció mi cuerpo
Que flota triste en el suelo…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sebastián.
Cada vez me sorprendo más por tu forma de componer.
No existen versos perfctos, mas los que nacen del sentimiento tuyo cumplen con la perfeción de hacerme sonreír en instantes por tanta belleza enmarcada en palabras.
Tienes un don, un talento. Aprovéchalo. Me alegras el corazón con tus escritos, así como me trasladas a la nostalgia de un mal amor...
tienes la capacidad de hacer sentir con lo que escribes.
Te felicito.
Eso no lo logra culquiera.

Besos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Buen poema. En el desierto sólo pueden vivir los anacoretas y los destrozados de amor.

Anónimo dijo...

me encanta...
simplemente me encanta, no es tu estilo pero es precioso y lleno de sentimientos mejor definidos, como se nota que tus poemas crecen contigo...